En las últimas 24 horas, más de 200 personas murieron y decenas permanecen desaparecidas en zonas montañosas de India y Pakistán debido a lluvias torrenciales y aguaceros repentinos.
En India, el pueblo de Chositi, en el distrito de Kishtwar, en Cachemira, resultó gravemente afectado. Al menos 60 personas fallecieron y 80 siguen desaparecidas.
Los rescatistas pusieron a salvo a 300 personas mientras continúan las labores de búsqueda.
La peregrinación anual hindú que pasaba por la zona quedó suspendida.
Las inundaciones destruyeron cocinas comunitarias, casas, vehículos y caminos.
Además, los proyectos hidroeléctricos en la región representan una amenaza para el frágil ecosistema.
En Pakistán, las lluvias torrenciales provocaron la muerte de al menos 164 personas en el norte y noroeste del país, incluyendo 78 en el distrito de Buner.
Decenas resultaron heridas y desaparecidas, mientras que 1,300 turistas fueron evacuados de Mansehra.
Las autoridades emitieron alertas por desbordamiento de lagos glaciares y deslaves en Gilgit-Baltistán.
Estos fenómenos son cada vez más frecuentes en las regiones del Himalaya y del norte de Pakistán, debido en parte al cambio climático, que ha incrementado la intensidad de las lluvias entre un 10% y un 15%. Además, el desarrollo no planificado en zonas montañosas contribuye a que los daños sean mayores.