Google, una de las principales compañías tecnológicas del mundo y parte del conglomerado Alphabet, enfrenta un nuevo capítulo legal en los tribunales estadounidenses.
El Gobierno de EE.UU. busca que la empresa se desprenda de su navegador Chrome, argumentando que su dominio en el mercado de los motores de búsqueda perjudica la libre competencia.
El juicio, que se desarrolla en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos en Washington, podría extenderse por tres semanas y marcar un antes y un después en el ecosistema digital global, incluyendo el avance de la inteligencia artificial (IA), un sector clave en la actual disputa entre gigantes tecnológicos.
Este caso representa uno de los mayores desafíos legales que ha enfrentado Google en años.
El juez federal Amit Mehta, quien ya había fallado en 2023 que la empresa había dominado ilegalmente el mercado de búsquedas, también está a cargo de este nuevo proceso.
"Este caso se presentó durante el mandato del presidente Trump y ha continuado durante tres administraciones. Ha unificado a nuestra nación. 49 estados, dos territorios y el Distrito de Columbia se han sumado al Departamento de Justicia para actuar contra Google", expresó la fiscal general adjunta Gail Slater, destacando la trascendencia histórica del proceso.
Slater comparó este caso con otros hitos legales en EE.UU., como los procesos contra Standard Oil y AT&T, empresas que en su momento también fueron acusadas de prácticas monopólicas.
En sus palabras, "el gigante de hoy es Google. Su influencia abarca millones de estadounidenses, miles de millones de veces al día".Por su parte, Google ha rechazado las acusaciones y anunció que apelará cualquier fallo en su contra.
La vicepresidenta de asuntos regulatorios, Lee-Anne Mulholland, aseguró que el juicio es un intento sin precedentes del gobierno que "dañaría a los consumidores, a la economía y al liderazgo tecnológico de Estados Unidos".
El juicio se suma a otras recientes derrotas legales para la empresa. La semana pasada, un tribunal falló en su contra en un caso relacionado con el dominio de la publicidad gráfica en línea, señalando que Google incurrió en prácticas anticompetitivas para mantener su poder en el mercado de servidores y plataformas de anuncios.
Este caso no es aislado: otras grandes tecnológicas también enfrentan procesos similares.
Apple ha sido demandada por prácticas que supuestamente dificultan a los usuarios abandonar su ecosistema, mientras que la Comisión Federal de Comercio (FTC) ha emprendido acciones legales contra Amazon y Meta, por abuso de posición dominante y adquisiciones estratégicas de competidores, como Instagram y WhatsApp.
El resultado del juicio contra Google podría sentar un precedente clave para el futuro del control sobre el poder de las grandes empresas tecnológicas y el rumbo de la competencia digital en Estados Unidos y el mundo.