La Junta Coordinadora de Educación Superior de Texas emitió una instrucción a las universidades públicas del estado para que identifiquen y reclasifiquen como no residentes a los estudiantes sin estatus migratorio legal, lo que implicará un aumento en el costo de sus matrículas a partir del semestre de otoño de 2025.
Esta decisión surge tras un fallo judicial federal que anuló una disposición vigente desde 2001 —conocida como Texas Dream Act— que permitía a ciertos estudiantes indocumentados pagar tarifas reducidas, iguales a las de los residentes del estado.
El fallo responde a una demanda del Departamento de Justicia, que argumentó que dicha ley favorecía inconstitucionalmente a extranjeros sobre ciudadanos estadounidenses.
El comisionado Wynn Rosser, encargado del sistema de educación superior estatal, solicitó a las instituciones aplicar la medida de manera inmediata.
En una carta citada por The Texas Tribune, Rosser señaló que estos estudiantes deberán pagar matrícula como no residentes a partir del próximo ciclo escolar.
La medida podría afectar a unos 73 mil jóvenes en Texas, una cifra significativa si se considera que, a nivel nacional, se estima que más de 400 mil estudiantes universitarios no cuentan con estatus migratorio regular, de acuerdo con datos del Higher Ed Immigration Portal.
Hasta ahora, Texas era uno de los estados pioneros en ofrecer igualdad de tarifas universitarias a jóvenes que, aunque sin documentación, residían y estudiaban en el estado.
Con esta orden, se redefine el acceso económico a la educación superior para miles de estudiantes que verán incrementados sus costos de matrícula en miles de dólares.