Kamchatka, una península ubicada en el Lejano Oriente ruso y conocida por su intensa actividad geológica, ha registrado un fenómeno inusual tras un sismo de magnitud 8.8: siete volcanes se encuentran activos de manera simultánea, algo que no ocurría desde el siglo XVIII.
El terremoto, considerado el más potente en más de 70 años en la región, provocó un desplazamiento de hasta dos metros en el sur de la península y generó un tsunami que impactó las costas del Pacífico.
Entre los volcanes que despertaron se encuentra el Krashenínikov, que no había presentado actividad desde el año 1463 y ahora emite lava y columnas de ceniza de hasta seis kilómetros.
Las autoridades científicas locales han advertido sobre la posibilidad de réplicas en las próximas semanas y sobre los riesgos asociados al flujo de lava que avanza hacia glaciares cercanos.
La actividad volcánica también ha obligado a restringir las excursiones turísticas en zonas como Mutnovski y Avachinski, habitualmente visitadas por su atractivo natural.
Kamchatka forma parte del llamado Cinturón de Fuego del Pacífico y cuenta con aproximadamente 30 volcanes activos. Desde 1996, su patrimonio geológico ha sido reconocido por la UNESCO.
