La propuesta de imponer un impuesto del 3.5 % a las remesas enviadas desde Estados Unidos, impulsada por el expresidente y actual candidato Donald Trump, amenaza con recortar miles de millones de dólares a las economías de México, Centroamérica y el Caribe, donde estas transferencias representan una fuente esencial de ingreso nacional y familiar.
La iniciativa ya fue aprobada por la Cámara de Representantes y está a la espera de ser votada en el Senado.
De aprobarse, entraría en vigor el 1 de enero de 2026 y afectaría a quienes no cuenten con ciudadanía estadounidense —incluidos residentes permanentes y trabajadores con visa—, quedando exentos únicamente los ciudadanos que utilicen servicios de envío verificados y acrediten su estatus migratorio.
Se estima que este impuesto podría generar alrededor de 22 mil millones de dólares entre 2026 y 2034.
México, principal receptor de remesas en América Latina, recibió en 2024 un total de 64 mil 745 millones de dólares, equivalentes al 3.4 % del PIB.
En estados como Chiapas, Guerrero, Zacatecas y Michoacán, las remesas representan hasta el 20 % del ingreso familiar.
No obstante, entre enero y abril de 2025 ya se ha reportado una caída del 2.5 % respecto al mismo periodo del año anterior, sumando 19 mil 15 millones de dólares, con una disminución del 12.1 % tan solo en abril.
Guatemala depende de las remesas para sustentar a casi un tercio de su población. En 2024, los envíos alcanzaron 21 mil 500 millones de dólares (19.2 % del PIB), y se proyecta un nuevo récord de 23 mil 500 millones para 2025.
Solo en mayo, se recibieron más de 2 mil 280 millones, la cifra mensual más alta registrada.
Tres millones de guatemaltecos viven en EE.UU., muchos sin documentos.
En El Salvador, las remesas sumaron 8 mil 479 millones de dólares en 2024, equivalentes al 24 % del PIB.
Más del 91 % de estos envíos provienen de Estados Unidos, superando incluso a sectores como exportaciones e inversión extranjera directa.
Honduras, uno de los países más vulnerables, recibe el 26.8 % de su PIB en remesas. Solo en los primeros cuatro meses de 2025, ingresaron 3 mil 608.9 millones de dólares, un 20.9 % más que el año anterior.
El impacto estimado del nuevo impuesto sería de 275 millones de dólares anuales.
Más de 1.8 millones de hondureños viven en EE.UU.En Nicaragua, las remesas representaron el 26.6 % del PIB en 2024, con un total de 5 mil 243 millones de dólares, el 82.8 % provenientes de Estados Unidos.
Una caída del 7 % por el impuesto podría tener efectos inmediatos en el ingreso de los hogares y provocar un nuevo repunte migratorio, advierten economistas.
En Haití, las remesas alcanzaron 3 mil 635 millones de dólares en 2024, representando el 16.3 % del PIB. La CEPAL advierte que millones de familias quedarían sin ingresos básicos sin este flujo, que además genera recaudación fiscal directa.
República Dominicana recibió 10 mil 756 millones de dólares en remesas en 2024, un aumento del 5.9 % interanual.
Más del 80 % de estos fondos provienen de EE.UU. El impacto fiscal proyectado reduciría los ingresos netos de los hogares en hasta 960 millones de dólares anuales.
En Jamaica, las remesas llegaron a 3 mil 357 millones de dólares en 2024, con un 69.7 % proveniente de Estados Unidos.
El primer ministro, Andrew Holness, ha llamado a la diáspora a invertir y regresar al país ante este nuevo panorama.
En cinco países —Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Haití— las remesas representan más del 18 % del PIB.
En varios casos, incluso superan el 25 %. Lejos de ser un complemento, estas transferencias se han convertido en el pilar económico de millones de hogares.
El eventual impuesto mantiene en alerta a gobiernos, bancos centrales, organismos multilaterales y organizaciones migrantes.
De aplicarse, podría generar una crisis regional silenciosa, afectando a las familias más vulnerables y provocando consecuencias sociales, económicas y migratorias de gran escala.