El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, firmó un decreto de conmoción externa que, según explicó la vicepresidenta ejecutiva Delcy Rodríguez, “se activaría de manera inmediata” en caso de cualquier agresión por parte de Estados Unidos.
Rodríguez señaló que la medida otorga poderes especiales al jefe de Estado para actuar en materia de defensa y seguridad, incluyendo la movilización de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), el control de infraestructura estratégica y la activación de planes de seguridad ciudadana.
El decreto también contempla la posibilidad de cerrar fronteras terrestres, marítimas y aéreas en resguardo de la integridad territorial.
La funcionaria subrayó que el objetivo es proteger la soberanía e independencia de Venezuela frente a amenazas externas, en un contexto en el que Caracas denuncia un despliegue militar estadounidense cerca de sus aguas.
La Constitución venezolana establece que este tipo de decretos debe ser presentado a la Asamblea Nacional o a la Comisión Delegada, y remitido al Tribunal Supremo de Justicia para su revisión de constitucionalidad.