Al menos 90 personas murieron este sábado en Irán durante una nueva jornada de ataques atribuidos a Israel, que incluyeron bombardeos contra el aeropuerto de la capital, una refinería de gas en el Golfo Pérsico y múltiples instalaciones en varias provincias del país.
Durante la noche, el cielo de Teherán se iluminó por explosiones y la activación de sistemas de defensa antiaérea, según reportaron medios estatales como Press TV y Tasnim, que difundieron imágenes de proyectiles siendo interceptados.
Uno de los primeros objetivos del día fue el aeropuerto internacional de Mehrabad, en la capital, donde aunque las autoridades reportaron que no hubo daños mayores, se suspendieron todos los vuelos a nivel nacional hasta nuevo aviso.
Otro ataque significativo ocurrió en la refinería de gas del yacimiento South Pars, en la región del Golfo Pérsico, una de las mayores reservas compartidas entre Irán y Catar.
El bombardeo provocó un incendio en la Fase 14 del complejo, lo que obligó a suspender operaciones.
En total, se registraron ataques en al menos siete de las 31 provincias iraníes, de acuerdo con medios locales.
La cifra preliminar de muertos asciende a 90 personas, incluidos 29 niños, según autoridades iraníes.
El ataque más letal ocurrió en un edificio residencial de Teherán, donde fallecieron 60 personas.
En la provincia de Azerbaiyán Oriental, otras 31 personas murieron y 55 resultaron heridas tras el impacto de proyectiles durante la mañana.
El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Ismail Baghaei, calificó el ataque como “atroz” y advirtió que habrá una respuesta “dura y destructiva”.
La televisión estatal iraní anunció que el país se prepara para responder militarmente “en las próximas horas”.
En paralelo, el gobierno reiteró que las acciones israelíes constituyen una violación al derecho internacional y a la soberanía de Irán.
Los bombardeos forman parte de una ofensiva que comenzó el viernes, dirigida contra infraestructura militar, civil y nuclear, incluyendo las plantas de enriquecimiento de uranio en Fordó y Natanz, el aeropuerto de Mehrabad y diversas bases estratégicas.
Hasta el momento, Israel no ha emitido una declaración oficial sobre los ataques.
