Mediante un comunicado difundido este sábado, el grupo palestino Hamás declaró que no cesará su resistencia armada a menos que se establezca un Estado palestino independiente y soberano, con Jerusalén como su capital.
La postura fue emitida tras el estancamiento de las recientes negociaciones indirectas entre Israel y Hamás, que buscaban pactar un alto el fuego de 60 días en la Franja de Gaza y avanzar en la liberación de rehenes. Las conversaciones, sin embargo, concluyeron sin avances concretos.
La declaración de Hamás ocurre en un contexto en el que varios países de Occidente han comenzado a reconocer a Palestina como un Estado, mientras organismos internacionales reportan una severa crisis alimentaria en Gaza.
La situación ha obligado a reanudar las entregas de ayuda humanitaria, muchas de ellas por vía aérea.
Periodistas y organizaciones civiles han advertido que, debido a la escasez de insumos básicos, el riesgo de inanición se extiende incluso a niños y trabajadores de medios dentro del territorio.