Newsom y Bass comparten un mismo reto: defender la protesta pacífica y proteger a la comunidad migrante ante la creciente presión del gobierno federal.
El gobernador de California, Gavin Newsom, y la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, se han posicionado como las principales voces demócratas que encabezan la oposición institucional a las medidas del presidente Donald Trump, en particular al uso de la fuerza federal y las redadas migratorias que han generado tensión en la región.
En días recientes, el despliegue de 4,000 efectivos de la Guardia Nacional y 700 marines en Los Ángeles, ordenado por Trump, ha sido duramente criticado por ambos líderes, quienes lo califican como un uso excesivo del poder militar en un contexto civil.
“Los regímenes autoritarios empiezan por atacar a quienes menos pueden defenderse. Pero no se detienen ahí”, advirtió Newsom, en alusión directa a las políticas del presidente.
Trump ha justificado el despliegue bajo el argumento de que la ciudad enfrenta una “invasión” de inmigrantes indocumentados.
Sin embargo, tanto Newsom como Bass han señalado que esta narrativa criminaliza injustamente a comunidades trabajadoras y vulnerables.
Nacido en San Francisco en 1967, Gavin Newsom ha sido una figura central del progresismo californiano.
Tras iniciar su carrera política en el Consejo de Supervisores de San Francisco, fue alcalde de esa ciudad en 2004, donde tomó decisiones históricas como autorizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, desafiando la ley estatal.
Como gobernador desde 2019, ha impulsado reformas en salud, medio ambiente, vivienda y derechos civiles.
Ha promovido políticas de inclusión para inmigrantes, incluyendo indultos para evitar deportaciones y cobertura médica para indocumentados.
Su liderazgo frente a Trump y su creciente visibilidad nacional lo perfilan como uno de los posibles aspirantes a la presidencia en 2028.
Karen Bass, primera mujer afroamericana en ocupar la alcaldía de Los Ángeles, ha forjado su carrera desde el activismo comunitario.
Excongresista y reconocida por su trabajo en derechos civiles, asumió la alcaldía en 2022 con una agenda centrada en resolver la crisis de personas sin hogar y acelerar la construcción de vivienda asequible.
Aunque su administración ha enfrentado desafíos —como los devastadores incendios de este año— su postura firme ante el despliegue militar federal ha reforzado su legitimidad como defensora de la autonomía local y los derechos civiles.
Ambos líderes enfrentan el desafío de contener los brotes de violencia sin criminalizar la protesta, al mismo tiempo que exigen la retirada de las tropas federales desplegadas sin consentimiento estatal ni municipal.
Newsom ha pedido a los manifestantes actuar con inteligencia:
“No le den a Trump lo que quiere”, dijo, en referencia a actos vandálicos que puedan ser utilizados como justificación para la represión.
Bass, por su parte, ha reiterado su llamado a la comunidad para mantener la unidad y la resistencia pacífica.
“Los Ángeles es una ciudad de migrantes y lucharemos para que siga siendo un espacio seguro para todos”, afirmó.
Con esta alianza, Newsom y Bass se consolidan como referentes del liderazgo demócrata ante una administración federal cada vez más confrontativa.
