A los 95 años de edad falleció este sábado Violeta Barrios de Chamorro, expresidenta de Nicaragua y primera mujer en ser electa democráticamente como jefa de Estado en el continente americano.
La exmandataria murió a las 2:21 de la madrugada en San José, Costa Rica, tras una prolongada enfermedad, según informaron sus hijos mediante un comunicado oficial.
“Doña Violeta falleció en paz, rodeada del cariño y amor de sus hijos y de las personas que le brindaron un cuidado extraordinario. Ahora se encuentra en la paz del Señor”, expresaron Pedro Joaquín, Claudia Lucía, Cristiana y Carlos Fernando Chamorro Barrios.
En las próximas horas, la familia anunciará los detalles de la ceremonia religiosa que se llevará a cabo en la capital costarricense “para celebrar su vida de amor y generosidad con su familia y su querida patria Nicaragua”.
Los restos de la exmandataria permanecerán temporalmente en Costa Rica “hasta que Nicaragua vuelva a ser República y su legado pueda ser honrado en un país libre y democrático”, añadieron.
Los Chamorro Barrios también agradecieron al pueblo y al Gobierno de Costa Rica por acogerla en los últimos años, así como a los nicaragüenses en todo el mundo por sus oraciones y solidaridad.
Nacida el 18 de octubre de 1929 en Rivas, Nicaragua, Violeta Barrios Torres, conocida como Violeta Chamorro, fue esposa del periodista y mártir nacional Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, asesinado en 1978 por el régimen somocista.
En 1990, como candidata de la Unión Nacional Opositora (UNO), una coalición de 14 partidos, venció en las urnas al entonces presidente Daniel Ortega, logrando el 54.7% de los votos.
Su sorpresiva victoria marcó un hito en la historia política del país y la región, convirtiéndose en la primera mujer en ser elegida presidenta por voto popular en América Latina.
Durante su mandato (1990-1997), Violeta Chamorro lideró la transición hacia la paz tras una sangrienta guerra civil, impulsando procesos de reconciliación, desmovilización y reconstrucción institucional, en medio de un complejo panorama social y económico.
Doña Violeta sufrió un accidente cerebrovascular en 2018, lo que deterioró su salud progresivamente.
En octubre de 2023 fue trasladada desde Managua a San José, Costa Rica, donde pasó sus últimos años bajo el cuidado de su familia y personal médico especializado.
Su partida representa un capítulo fundamental en la historia contemporánea de Nicaragua y del continente. Fue símbolo de reconciliación nacional, liderazgo cívico y compromiso con la democracia.