Luego del cierre de negociaciones entre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, diversas voces del sector empresarial han manifestado su inconformidad con el acuerdo alcanzado.
El pacto establece un arancel del 15% a todas las exportaciones de la Unión Europea hacia territorio estadounidense, mientras que los productos norteamericanos ingresarán al continente europeo sin tarifas.
Aunque el trato reduce la incertidumbre económica, ha generado críticas por su impacto negativo en sectores estratégicos, como el acero.
Danny McCoy, director de la patronal empresarial irlandesa, calificó el acuerdo como “dañino” para la economía del bloque y consideró que Europa “se doblegó” ante la presión de Washington.
La patronal europea del acero (Eurofer) también manifestó preocupación por el impacto de los aranceles del 50% que continúan aplicándose al acero europeo, señalando que estas medidas ponen en riesgo la competitividad y miles de empleos en la industria.
Asimismo, el expresidente ruso, Dmitri Medvédev, lanzó severas críticas al acuerdo, al considerarlo perjudicial para la UE y beneficioso únicamente para Estados Unidos, en un contexto geopolítico cada vez más complejo.
