Tras una tensa pelea pública con el presidente Donald Trump, el empresario Elon Musk dio marcha atrás en su amenaza de desmantelar la nave espacial Dragon, utilizada por la NASA para transportar carga y tripulación a la Estación Espacial Internacional (EEI).“Buen consejo. Está bien, no desmantelaremos a Dragon”, escribió Musk en su red social X, en respuesta a un usuario que lo instó a calmar los ánimos con Trump y evitar decisiones impulsivas.
La amenaza surgió en medio de un fuerte cruce de declaraciones entre ambos, que incluyó advertencias por parte del presidente sobre cancelar los contratos federales que mantiene el fundador de SpaceX, así como acusaciones de Musk relacionadas con los presuntos vínculos de Trump con el caso Epstein.
La nave Dragon es vital para las operaciones de la NASA, especialmente tras el fin del programa de transbordadores espaciales.
En marzo pasado, la aeronave fue clave en el regreso de los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams, tras una prolongada estadía en la EEI. SpaceX, empresa que lidera Musk, ha recibido más de 17 mil millones de dólares en contratos federales durante la última década.
El enfrentamiento entre Trump y Musk estalló tras la aprobación en la Cámara de Representantes del denominado “gran y hermoso proyecto de ley” impulsado por el mandatario, que contempla recortes presupuestarios que Musk considera perjudiciales para el país.
Las diferencias llevaron al magnate a renunciar la semana pasada a su cargo como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una oficina creada para reducir el gasto público bajo la administración Trump.
Pese al tono confrontativo, Musk dio señales de distensión al responder positivamente a mensajes que pedían reconciliación.
Sin embargo, Trump descartó una posible reconciliación.
En declaraciones a ABC News, aseguró que “no está particularmente interesado en hablar con Musk” y reveló que planea vender su automóvil Tesla en señal de ruptura con el empresario.
