Más de 300 ciudadanos surcoreanos regresan a su país tras haber sido detenidos en una redada migratoria en una planta de vehículos eléctricos de Hyundai en Georgia, Estados Unidos.
De acuerdo con medios internacionales, los trabajadores fueron liberados de centros de detención del Servicio de Migración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) y trasladados al Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson, desde donde partió el avión fletado por el gobierno de Corea del Sur.
La aeronave transporta a 330 personas, entre ellas 14 migrantes chinos y japoneses, según informó la Cancillería surcoreana.
Los detenidos habrían ingresado al país sin documentación, con visas vencidas o con permisos que no autorizaban actividades laborales, informó el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
El presidente de Corea del Sur, Lee Jae-Myung, sostuvo que los trabajadores no tenían intención de permanecer en Estados Unidos a largo plazo, sino que estaban en la planta de Ellabell para labores de instalación de maquinaria.
Este hecho ha generado tensiones diplomáticas entre ambos países. Funcionarios de alto nivel, entre ellos el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, y el canciller surcoreano, Cho Hyun, sostuvieron un encuentro en Washington para abordar el tema.
En paralelo, el Consulado General de México en Atlanta confirmó que entre los arrestados también se encuentran 26 mexicanos, quienes permanecen en centros de detención migratoria en Georgia.
