Por tercer día consecutivo, cientos de simpatizantes de Cristina Fernández de Kirchner se congregaron este jueves frente a su domicilio en Buenos Aires, en señal de apoyo a la expresidenta argentina (2007–2015), quien aguarda una respuesta a su solicitud para cumplir en arresto domiciliario la condena de seis años de prisión por corrupción, ratificada esta semana por la Corte Suprema.
El máximo tribunal del país confirmó el martes la sentencia por administración fraudulenta en la concesión de obras públicas en la provincia de Santa Cruz durante su mandato, así como su inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos.
Dado que la exmandataria tiene 72 años, sus abogados pidieron el miércoles que la pena se cumpla en su apartamento, conforme a la jurisprudencia argentina que permite esa modalidad para personas mayores de 70 años.
Desde entonces, la también presidenta del Partido Justicialista permanece en su domicilio, donde ha salido ocasionalmente al balcón para saludar a la multitud entre cánticos, banderas y mensajes contra lo que muchos seguidores consideran una "proscripción política".
“Si alguien no está de acuerdo con ella, tiene que votar en contra, pero no se puede proscribir a una persona”, expresó María Teresa Luro, docente jubilada de 85 años.
Durante un discurso el martes, Kirchner calificó de “monigotes” a los jueces de la Corte y aseguró que la sentencia estaba “escrita de antemano”, argumentando que "estar presa es casi un certificado de dignidad política, personal e histórica".
La decisión judicial ha generado una ola de reacciones tanto en Argentina como en el extranjero.
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y el mandatario colombiano Gustavo Petro expresaron públicamente su respaldo a la exmandataria argentina.
Desde Jerusalén, donde realiza una visita oficial, el presidente Javier Milei declaró que “la justicia independiente hizo lo que tenía que hacer”. Por su parte, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, advirtió en redes sociales que “frente al caos, responderemos con orden”, en referencia a eventuales manifestaciones masivas.
El abogado Gregorio Dalbón, integrante del equipo legal de Kirchner, anunció que presentará denuncias ante la Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, al denunciar una supuesta “persecución política”.
El Gobierno ha señalado que la condena no tiene connotaciones políticas. “Esto es una sentencia del Poder Judicial, independiente del poder político. Que la expresidenta lo niegue es parte del show”, expresó el jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
La Corte Suprema otorgó a la exmandataria cinco días hábiles plazo que vence el 18 de junio para presentarse ante la Justicia.
Mientras tanto, se mantienen los actos de apoyo y llamados en redes sociales para rodear la Corte Suprema y exigir su liberación.
Cristina Kirchner, figura central de la política argentina durante las últimas dos décadas, mantiene una imagen positiva del 27%, según una encuesta reciente de la Universidad de San Andrés, frente al 44% de aprobación de Javier Milei.
“Tiene que ir presa, que vaya presa”, opinó Ailén Lezcano, una joven empleada administrativa de 25 años, en declaraciones a la AFP desde el centro de Buenos Aires.
Kirchner reside desde 2022 en el barrio de Constitución, al sur de la capital, donde el precio de los inmuebles ha aumentado un 10% desde su mudanza, según la inmobiliaria Remax, debido a la creciente presencia policial tras un intento de atentado contra ella.
