Diversos medios internacionales reportan que la isla turística de Bali, Indonesia, enfrenta una situación de riesgo debido a la presencia de grupos criminales internacionales, incluidos cárteles mexicanos como el de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación.
La actividad de estas organizaciones ocurre junto a bandas rusas y chinas, como el grupo “14K”, y se teme que la disputa por territorios incremente la violencia en la región.
De acuerdo con la investigadora Vanda Felbab-Brown, del Brookings Institution, los grupos del crimen latinoamericano actúan con mayor violencia para controlar territorios, a diferencia de los chinos, que operan de manera relativamente pacífica.
La Agencia Nacional de Narcóticos de Indonesia (BNN) advirtió que Bali podría convertirse en una “zona de guerra” si no se frena la expansión de estas bandas.
El medio The Daily Telegraph señala que los grupos latinoamericanos se han asentado en Bali tras medidas restrictivas en Estados Unidos, aprovechando la cercanía con Australia y Nueva Zelanda para sus operaciones.
