Austria se despertó este miércoles sumida en el dolor y la conmoción tras la peor masacre en su historia reciente.
Un ataque armado en una escuela secundaria de Graz dejó 10 muertos —entre estudiantes y docentes— y al país entero en estado de duelo.
El responsable, identificado como Arthur A., un joven desempleado de 21 años y exalumno del plantel, ingresó al colegio alrededor de las 10:00 de la mañana del martes y abrió fuego en dos aulas, usando una pistola y un rifle que había adquirido legalmente pocos días antes.
Según los primeros informes del Parlamento Nacional y autoridades locales, el ataque duró 17 minutos antes de que el atacante se suicidara en un baño del centro educativo.
Testimonios recabados por medios locales describen escenas de terror. Varios sobrevivientes relataron que algunas víctimas recibieron disparos a quemarropa, mientras otros lograron salvarse fingiendo estar muertos.
Una profesora logró resguardar a su grupo cerrando con llave la puerta y alertó a su esposo con un mensaje desesperado: “Estamos a salvo, pero la situación es dramática. Están disparando todo el tiempo”.
La tragedia ha encendido el debate nacional sobre la posesión de armas en Austria.
Expertos señalaron que el atacante adquirió legalmente ambas armas: el rifle por mayoría de edad, y la pistola tras superar una evaluación psicológica básica.
La alcaldesa de Graz, Elke Kahr, pidió endurecer las leyes:
“Un arma no es un juguete. En una emergencia, mata. Tenemos que replantear la facilidad con la que se accede a ellas”, declaró.
Austria es uno de los países con mayor número de armas per cápita en Europa. Según cifras oficiales, entre 2018 y 2025 el número de armas registradas pasó de 1 a 1.5 millones, en manos de aproximadamente 380,000 propietarios.
La policía encontró una carta de despedida en el domicilio del atacante, tanto en papel como en formato digital, aunque por ahora no ha revelado indicios claros sobre los motivos del crimen.
Algunas versiones no confirmadas hablan de presunto acoso escolar sufrido en el pasado, pero las autoridades no han validado esa hipótesis.
Además de las 10 víctimas mortales y el atacante, 11 personas resultaron heridas, varias de ellas en estado grave.
El gobierno austríaco participó anoche en una misa en la Catedral de Graz. Mientras tanto, la selección nacional de fútbol guardó un minuto de silencio y jugó su partido clasificatorio para el Mundial 2026 con brazaletes negros.
Hoy a las 10:00 (hora local), justo 24 horas después del ataque, todo el país guardará un minuto de silencio.
El transporte público de Viena detendrá sus servicios en señal de respeto.Miles de personas se congregaron anoche en la plaza central de Graz para encender velas y rendir homenaje a las víctimas: seis mujeres y cuatro hombres.
La dirección de la escuela publicó un mensaje en redes sociales:
“Fue un día terrible, que nos conmovió y afectó profundamente a todos. Sigamos unidos como comunidad y apoyándonos mutuamente.”
