Después de meses de incertidumbre, alrededor de 400 personas pertenecientes a 84 familias
regresaron a sus hogares en el distrito de riego de San Gregorio, ubicado en los municipios de Frontera Comalapa y La Trinitaria, Chiapas.
Su desplazamiento forzado se debió a la violencia generada por enfrentamientos entre grupos criminales que disputan la zona.
El retorno de las familias fue supervisado y acompañado por elementos del Ejército Mexicano, autoridades estatales y locales, con el objetivo de garantizar su seguridad.
Los habitantes de estas comunidades se vieron obligados a huir ante el aumento de los enfrentamientos entre cárteles rivales, entre ellos el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel Chiapas-Guatemala y el Cártel de Sinaloa.
La violencia escaló con la irrupción de grupos armados provenientes de Guatemala, quienes utilizaban vehículos con blindaje artesanal y camionetas todo terreno para enfrentarse con grupos del crimen organizado en México.
A pesar de que se implementaron medidas como el cierre de accesos con plumas y barricadas, la situación de inseguridad provocó el cierre de negocios y afectó gravemente la calidad de vida de los habitantes.
El regreso de estas familias representa un primer paso en la recuperación de sus comunidades, aunque persiste la exigencia de mayor seguridad y vigilancia para evitar nuevos episodios de violencia en la región.