A casi 11 años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, los padres de los estudiantes enfrentan una fractura interna.
Este jueves, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, sostendrá un encuentro únicamente con el grupo encabezado por Felipe de la Cruz, conformado por 17 familiares que integran el colectivo “Por la Verdad y Justicia de los 43”.
La división del movimiento se acentuó a finales de 2024, cuando un sector de los padres acusó discriminación y falta de información en la representación legal de Vidulfo Rosales, quien dejó su cargo este mes tras más de una década de acompañamiento.
En su lugar, el nuevo grupo recibe apoyo de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) y un equipo de cinco abogados.
De la Cruz, padre de un sobreviviente, ha señalado que las protestas radicales han perdido impacto y que la nueva estrategia se centrará en la información y el diálogo con la población.
El desgaste físico de los familiares también influye, ya que varios enfrentan enfermedades crónicas como diabetes y cáncer, lo que ha limitado su participación en marchas y reuniones.
Por su parte, Rosales anunció su renuncia al Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan en agosto de 2025, mediante una carta titulada “En otras trincheras de lucha”.
Agradeció la confianza recibida y afirmó que continuará defendiendo los derechos de los pueblos indígenas desde otros espacios.
Aunque versiones lo vinculaban con la Suprema Corte de Justicia de la Nación, aclaró que únicamente ha sostenido diálogos sobre temas indígenas, sin ocupar ningún cargo.