A partir de este lunes 14 de julio, Estados Unidos comenzó a aplicar un arancel del 17.09% a las importaciones de jitomate mexicano, tras la terminación del Acuerdo de Suspensión de la Investigación Antidumping de 2019.
El Gobierno de México, a través de declaraciones de la presidenta Claudia Sheinbaum, aseguró que trabaja junto a los productores para reducir los efectos de esta nueva carga comercial.
La medida, anunciada desde abril por el Departamento de Comercio estadounidense, responde a acusaciones de dumping —venta por debajo del costo— y busca proteger a los productores locales de EE.UU.
Si bien inicialmente se habló de un arancel del 20.91%, finalmente se ajustó a una tasa del 17.09%.
Durante su conferencia matutina, la presidenta Sheinbaum señaló que el jitomate mexicano sigue siendo esencial para el mercado estadounidense, que no alcanza a cubrir su demanda con producción nacional.
Afirmó que su administración está trabajando de forma coordinada con los productores, aunque no se detallaron aún medidas específicas de apoyo.
Sinaloa y Sonora son los principales estados afectados por la nueva tarifa, al ser líderes en producción y exportación de tomate.
Este caso se suma a una serie de tensiones comerciales entre México y Estados Unidos, como los aranceles al acero, aluminio y automóviles, muchos de ellos impulsados bajo la administración de Donald Trump.
México mantiene el 80% de sus exportaciones dirigidas al mercado estadounidense, lo que refuerza la importancia de preservar el equilibrio comercial bajo el marco del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC).