El salario es un derecho laboral protegido por la Ley Federal del Trabajo (LFT), pero existen situaciones en las que los trabajadores pueden recibir descuentos que generan dudas sobre su legalidad.
La LFT permite ciertos descuentos bajo condiciones específicas, como pensiones alimenticias ordenadas por autoridades, préstamos o créditos autorizados por el trabajador (incluyendo Infonavit), cuotas sindicales, rentas hasta un límite del 10% del salario, y errores o pérdidas comprobadas por el trabajador.
Además, los créditos para bienes de consumo duradero pueden descontarse hasta un 20% del sueldo, siempre que exista autorización.
Por otro lado, están prohibidos los descuentos no justificados, que excedan los límites establecidos por la ley o que no se reflejen en los recibos de nómina. También se prohíbe obligar al trabajador a renunciar a salarios futuros como condición por servicios ya prestados.
Si un trabajador identifica un descuento indebido, puede presentar una queja ante la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (Profedet), que ofrece asesoría legal gratuita, apoyo en conciliaciones y representación jurídica si es necesario.