Durante la temporada de lluvias en la Ciudad de México, que se extiende principalmente de junio a septiembre, se ha registrado un aumento en la presencia de ratas, cucarachas, mosquitos y otras plagas urbanas, situación que preocupa a especialistas en salud pública por los riesgos que representan.
Las intensas precipitaciones provocan desbordamientos e inundaciones en el sistema de drenaje, lo que obliga a las ratas a salir de las coladeras y buscar refugio en zonas secas como viviendas, mercados y oficinas.
Además de ser una molestia, estos roedores son portadores de enfermedades como leptospirosis, salmonelosis, fiebre por mordedura de rata y hantavirus, las cuales pueden transmitirse por contacto con orina, heces, saliva o alimentos contaminados.
Autoridades y expertos recomiendan medidas preventivas como sellar grietas, evitar acumulación de basura, mantener áreas limpias y secas, y deshierbar patios y jardines.
En caso de infestaciones, se sugiere acudir a servicios profesionales de control de plagas.
La temporada de lluvias también favorece el incremento de otras plagas como cucarachas, mosquitos —que pueden transmitir dengue, zika o chikungunya—, así como hormigas, chinches, arañas y alacranes, que buscan refugio en espacios habitados ante la humedad.